jueves, 24 de marzo de 2016

El graffiti: De los barrios marginales al museo


Todo comenzó a finales de los años sesenta, cuando los rebeldes “teenagers” en la ciudad de Nueva York comenzaron a plasmar sus nombres en las paredes de sus barrios. Claro, que usaban sus seudónimos, lo que hacía parecer más “cool” su extravagante firma. De esa manera se ganaban una identidad, aunque más que una identidad, el respeto por parte de su grupo. Podría ser el ejemplo de Demtrius, un chico de origen griego que desde los 17 años de edad comenzó a poner en las paredes el apodo de Taki 183 (como lo conocían en el área). Este fenómeno llamado “graffiti” a través de los años se ha expandido por Europa, Asia y por supuesto no podía faltar Latinoamérica, dónde muchos jóvenes peruanos lo practican y para muchos prácticamente se ha convertido en un estilo de vida.

Durante los primeros años de la década de los ochentas, el graffiti aterrizó en el Perú. Artistas urbanos como “Prms”, “Base” y “Demos”, entre otros, comenzaron a hacer más y más conocida esta forma de arte. Son conocidos como “graffiteros”. Los jóvenes peruanos relacionaban al graffiti con una voz de protesta, con una nueva manera de poder expresarse y hacerle frente a los abusos de la ley y las injusticias sociales. Muchas personas comenzaron a relacionar el graffiti con un acto delincuencial, puesto que al escribir sobre bienes inmuebles, muchos también comenzaron a tener una imagen negativa acerca de esta cultura.

Científicos y sociólogos alrededor del mundo comenzaron a manifestarse diciendo que el graffiti se hacía para delimitar un territorio y así mismo, ganarse la protección de entre los miembros de una pandilla. Ante estas declaraciones, muchos jóvenes reaccionaron y dijeron que cuando ellos pintaban, lo hacían como una sensación de libertad. No obstante, muchos miembros de pandillas alrededor del mundo y en nuestro país de verdad usaban el graffiti como una muestra de dominio de un área. A veces como símbolo de poder, lo que ponía al graffiti en medio de la polémica.

Ya en el año 1999, las paredes de la ciudad de Lima iban llenándose de paredes pintarrajeadas de todo color y toda forma. El graffiti era el género en dónde los jóvenes podían mostrar sus habilidades para el arte callejero. Es cierto que muchos jóvenes de condiciones humildes, utilizaron el graffiti como medio de escape de la delincuencia y las drogas, ya que muchos organizadores de eventos (especialmente de hip hop)  los contrataban para realizar pintas en el lugar del show y ambientarlo a la onda urbana. También es cierto muchos jóvenes practicantes de este arte se empezaron a juntar en agrupaciones fuertemente consolidadas que se dedicaban al desarrollo del graffiti como arte y plasmarlo como una filosofía de vida.

Un ejemplo claro es un grupo llamado “Dedos Manchados en la Jungla de Concreto”, conocido por sus iniciales como “DMJC”. Este grupo de creó en 1999 con la fusión de dos grupos de graffiteros: TFC (Tomando Falso Concepto) y FCI (Fusión de Ideas de la Calle). DMJC existe hasta el día de hoy y si bien muchos de sus integrantes ya no practican el graffiti, aún siguen siendo una familia que crece más y más y que año a año se van solidificando. DMJC comenzó con 7 integrantes y ahora son más de quince. Al grupo de graffiteros se les denomina “crew”.

Debemos tomar en cuenta los datos estadísticos de la práctica del graffiti en Lima:
Sólo cerca del 2% de graffiteros obtienen un ingreso practicando este tipo de arte, resaltando que solo el 0.9% logra verdaderamente vivir sólo del graffiti.
El 10% de graffiteros lo hace de manera legal, el 85% lo hace de manera legal y el 5% hace vandalismo explícito.
El 80% de municipalidades en Lima Metropolitana tiene programas de inclusión para el graffiti.

¿Y quién es el medio de inclusión social que tienen en su planilla a graffiteros? Pues nada menos que las empresas relacionadas a los deportes extremos. Prestigiosas marcas como “Dunkelvolk”, “Gzuk”, o “Tensor”, entre otras, lanzan líneas completas con diseños de graffiti dirigidas a un segmento joven. Estas empresas tienen en sus filas a graffiteros creativos, muchos de ellos también diseñadores, publicistas y maletero, quienes aportan ideas valiosas y conceptos para el desarrollo de la empresa.

También están las municipalidades, que buscan inculcar el graffiti mediante exposiciones, ferias y reuniones, de manera que mientras más permitan el graffiti legal, el ilegal disminuye notablemente. Empresas como “Cementos Pacasmayo” ofrecen oportunidades a los graffiteros dándoles muros libres y los auspician para que puedan salir adelante. A cambio, estos artistas brindan obras hechas por ellos mismos para la empresa.

Exposiciones de graffiti:
El pasado 6 de febrero se inauguró la exposición colectiva “20 Años Graffiti y Street Art en Lima”. Esta exposición contó con más de 40 obras realizadas por reconocidos artistas urbanos y graffiteros. Fue llevada a cabo en la “93 Galería” del Callao y fue muy atractiva tanto para visitantes nacionales, como para turistas. Esta exposición permitió potenciar a un sector de la población juvenil a las prácticas artísticas como una forma de expresión libre. También permitió mostrar un recorrido visual a peruanos y extranjeros, acerca de la escena de arte urbano en Lima. Los artistas invitados correspondieron a quienes iniciaron en los noventas, con graffiti ilegal, la transición y la escena actual. También podemos encontrar otras exposiciones de graffiti como la que hubo en “Casa Drama” en el año 2008. Actualmente en el Museo de Arte de Lima también podemos encontrar talleres para realizar este controvertido arte.
No cabe duda que el graffiti, pasó de ser un simple arte de garabatos pintarrajeados en una pared hecho por adolescentes rebeldes, a toda una filosofía de vida. Si bien es cierto que el graffiti ahora se práctica en cualquier parte del mundo, el graffiti peruano es algo peculiar, algo que plasma desde sentimientos de lucha, hasta sentimientos de amor; todo esto en una pared. El graffiti en Lima, narra nuestra propia historia urbana, el espíritu rebelde de los jóvenes limeños que muchas veces se callan, pero que el spray y la pared hablan por ellos. Es algo tan nuestro que turistas de todo el mundo han sabido apreciarlo e incluso muchos, aun les cuesta entenderlo, porque es algo muy profundo.






El misterio de la “gringa” de la Isla San Lorenzo


Existen cosas que nos pueden inducir a un estado de pánico, a través de le historia en este planeta nos hemos encontrado con lugares de alguna manera embrujados, donde solo los que tienen agallas se atreven a entrar. Lugares como la Torre de Londres, el Catillo de Edimburgo o la penitenciaria de Filadelfia, son algunos de estos sitios francamente perturbadores. Pero el Perú y precisamente, Callao no podía quedarse atrás.

 La isla San Lorenzo está ubicada frente a las costas la Provincia Constitucional del Callao; y fue incorporada al territorio el 18 de noviembre de 1899. San Lorenzo, siempre estuvo despoblada aunque en la actualidad existe allí una base naval de la Marina de Guerra del Perú. Esta isla contiene leyendas que se han ido trasmitiendo por generaciones hasta llegar al día de hoy. Una de ellas, que es la más conocida es acerca de una joven hija de un comandante de la base naval ubicada en la isla. Nadie recuerda su nombre, pues es conocida como “La Gringa”.

La Gringa de la Isla San Lorenzo:

Absolutamente nadie sabe cómo empezó esta leyenda, pero es muy bien conocida por muchos oficiales de marina destacados en el lugar. Muchos de ellos aseguran haber visto a “la gringa” Pero, ¿quién rayos es la gringa? Varios militares que han realizado servicio en la naval en la isla San Lorenzo, dan fe de este insólito misterio. La “gringa”, era una chica muy hermosa, hija del comandante de la estación naval y capitán de fragata.

Un día, esta joven llevó a su familia de visita a la isla para que conozcan el lugar donde trabajaba su padre. Después de la agradable visita familiar, la “gringa” le pidió a su papá permiso para dar un paseo por la isla. El padre, sabiendo que la isla es totalmente desierta, salvo la base naval, aceptó con agrado, de manera que la muchacha salió contenta a pasear.

Poco a poco las horas pasaron y ella no regresaba. El padre intentaba no perder la paciencia, pero el pasar del tiempo, sumado al retumbar de las olas y el negro pensamiento de que su hija pudiera estar en algún tipo de peligro, hizo que el padre comience a perder la paciencia. “¡Se acabó! ¡Hay que buscarla!”, exclamó un padre después de ocho largas horas sin rastro de su retoña.

La búsqueda comenzó por toda la isla. Sus hombres empezaron a buscar por todo el territorio y cada vez que terminaba el día, llegaban a la base desilusionados al no encontrar ningún rastro de la “gringa”. Fueron dos largas semanas de idas y vueltas con el mismo fracaso de siempre. Hasta que en una noche, el horror se asomaría a la isla. Uno de los hombres del comandante sintió un olor medio extraño dentro de un gran hoyo que usaban de basurero. Cuándo se asomo y vio lo que había adentro, el pánico se apodero desde los pies a la cabeza de dicho marinero.

En el hoyo se encontraban un brazo, parte del abdomen y una pierna; los tres totalmente descompuestos. El marinero recogió con repugnancia las tres partes, las colocó en un saco y las llevó dónde el comandante. Al ver el comandante la terrible escena, salto espantado del pánico. “Comandante, quizás estas sean partes del cuerpo de su hija. Quizás es ella. Está muerta”. ¿Pero cómo pudo haber pasado?

El comandante sin investigación alguna y en su locura, asumió que era el cuerpo de su hija y empezó a buscar entre los cientos de jóvenes del servicio de reclutamiento en la isla, quién fue el asesino. En la búsqueda, señalaron a dos marineros que exclamaban ser inocentes. La conclusión fue que los dos abusaron de ella y luego la mataron para posteriormente, no ser delatados. Sin embargo no existía una prueba lógica para condenarlos.

El comandante solo atinó a decir: “Fusilen a estos dos hijos de puta. Ellos mataron a mi hija.” Los dos marineros fueron fusilados y enterrados ahí mismos, a pesar de que ellos no fueron los culpables. Muchos recuerdan que ellos fueron elegidos simplemente por ser provincianos y además lo hicieron al azar. Los demás marineros. Aterrorizados con lo sucedido, nunca olvidaron aquella pesadilla. Muchos después se tranquilizaron, creyendo que ya lo peor había pasado sin imaginar lo que vendría después.

Pasaron unos meses y varios marinos hacían guardia en la isla, cuando de pronto veían de lejos pasar por las cuadrillas a una chica hermosa vestida de blanco y cabello rubio. Todos se quedaron atónitos, ya que dicha muchacha era  exactamente idéntica a la hija del comandante. Un grupo de valientes, que eran como unos cinco, se atrevieron a acercarse dónde la extraña joven. Pero de pronto, paso algo que ahuyentó a todos los que la curiosidad no les ganó.

Al momento en que los valientes marinos empezaron acercarse cada vez más y más a la muchacha, repentinamente comenzaron a convulsionar de una manera violenta. Comenzaron a lanzarse al piso, a sacudirse violentamente y botar espuma y hasta sangre por la boca. De los cinco, cuatro murieron de manera violenta, terminando con la cara totalmente desfigurada y con algunos órganos asomándoseles a la boca. El único sobreviviente, sólo recibió heridas leves. Al reponerse, les dijo a todos que esa muchacha misteriosa era la “gringa”. Que era muy bella desde la distancia, pero cuando te acercabas a mirarla, no tenía cabeza y pasaba lo que les pasó a los cuatro marineros fallecidos.

Esta leyenda se ha seguido arrastrando hasta nuestros días. Muchísima gente dice que esto es sólo un embuste que sirve para asustar a los reclutas novatos para que no salgan de sus cuadrillas. Sin embargo, hay quienes dicen que esta historia es verdadera al cien por ciento. ¿Les gustaría comprobarlo?


Travesía a la Isla San Lorenzo

Desde las nueve y media de la mañana, en el distrito de La Punta en Callao, es posible llegar a la Isla San Lorenzo a través de un yate crucero de dos pisos e incluso varias lanchas a motor. Este viaje es un atractivo para mucha gente, tanto peruanos como extranjeros de todas partes del mundo se aventuran a visitar esta misteriosa isla.


La otra opción es desde el muelle de la Plaza Grau en el Callao. El viaje en catamarán es suave hasta alcanzar la isla , que sirve como barrera natural y por eso las playas de La Punta y Chucuito no tienen olas. Pero cerca del cruce entre las isla San Lorenzo, junto con la de El Frontón, la marea cambia y hay mucho movimiento del bote. Para quienes sufren de mareo, se debe respirar profundo e ir preparado con una pastilla anti mareo. ¡No importa!, vale la pena visitar esta fantástica isla, que entre muchas leyendas acerca de chicas misteriosas o incluso barcos fantasmas, resulta muy atractiva. ¡Atrévete! 

Paintball: La pintura en tiempos de guerra.



La batalla ha empezado, para algunos eres un soldado, para otros un guerrillero rebelde; el ambiente se vuelve tenso,  respiras una vez más el aura de la muerte. De repente piensas “¿veré un nuevo amanecer”?. Algunos de los tuyos guardan silencio, apoyados sobre sus armas, esperando alguna señal del enemigo. Cuando de pronto: ¡Pum!

Una tormenta de balas le sale al encuentro a tu escuadrón. Son seis contra seis. Sin pensarlo dos veces tú y tus demás compañeros disparan violentamente, pero con inteligencia, con el único objetivo de coger la bandera que está ubicada en la base de tu enemigo, así sean lo último que hagan. ¡Pum! Un compañero tuyo es eliminado, pero tú sigues con el ataque, con el único hecho de sobrevivir. Hasta que en solo unos instantes sientes un fuerte proyectil chocar con tu pecho. “¡Me dieron!”, exclamas.

Te lanzas al suelo, con una mano tratas de retirar la bala de tu pecho, todo manchado de rojo, hasta que de repente reaccionas y te das cuenta de todo; no era una bala lo que impactó tu cuerpo, sino una bola de pintura y no eran municiones, sino simples pistolas de aire comprimido.

Y no estabas en un enfrentamiento en la zona desmilitarizada entre las dos Coreas, o en alguna ciudad perdida del medio Oriente; sino en un campo abierto ubicado en la ciudad de Lima y practicando el Paintball. El juego en donde quizás las armas y municiones sean muy diferentes a los que se usarían en una guerra de verdad; pero en donde la adrenalina, la destreza, el trabajo en grupo y hasta la vestimenta son iguales.

Dos equipos, un solo ganador y mucha adrenalina. El Paintball sin duda, es la recreación de una guerra entre dos bandos en donde la estrategia, el juego en equipo y la habilidad mental son imprescindibles para participar. Este deporte extremo, que en español se llamaría “bola de pintura” es precisamente eso, dos equipos de mínimo seis jugadores y máximo quince cada uno, en donde estos utilizan pistolas de aire comprimido para disparar bolas de pintura contra los jugadores del equipo contrario.


¿Cómo llegó el Paintball al Perú?

El Paintball llegó al Perú aproximadamente en el año 1997, justo en el año del rescate a la embajada de Japón y en donde el conflicto con el Ecuador estaba latente. Al parecer este juego de guerra, llegó en el momento oportuno, justo cuando también se libraba una guerra en contra del terrorismo. Costó un poco posicionarse, ya que empezó de cero.

El marketing que se usaba para promocionarlo era el de boca a boca. No se contaba con los medios masivos de comunicación. A pesar de ello, niños no menos de ocho años, jóvenes y adultos se involucraron en este juego y hasta el día de hoy, sigue más vigente que nunca. Pero no sólo se trata de un deporte extremo de recreación, o simplemente de un paseo de fin de semana. El Paintball en el Perú es un deporte de competencia con ocho equipos existentes y jugadores destacados. Uno de ellos es Antonio Ojeda.



Antonio Ojeda: Figura nacional del Paintball

“No hay un equipo definido como selección, pero hay equipos libres. Están creando una liga, pero se están demorando en constituirla. Desde el 2002 aquí en Lima se han realizado muchos campeonatos hasta ahora. Hay excelentes jugadores y yo soy uno de ellos.”, declara Antonio Ojeda, desde la base PeruPaintball ubicada dentro de la entrada número cuatro de la Universidad Agraria de La Molina.

Y es precisamente el equipo de aquel recinto universitario, considerado el más fuerte del país. Antonio Ojeda, es parte de aquel equipo que da que hablar no solo a nivel nacional. “Aquí en La Molina se ha realizado el Circuito Sul-Americano de Paintball”, nos cuenta.

Perupaintball Team se formó en el 2002 en la modalidad de Paintball Escenario. El primer campeonato en el que participó fue el Primer Torneo Nacional – Copa Master Card, realizado en Asia, en el cual obtuvieron el primer lugar.
Ya para el 2004, tuvieron su primera participación internacional en el Circuito Sudamericano de Paintball (CSP) el cual se realizó en la Ciudad de Salinas, Ecuador. Desde el 2006 hasta el 2009 participaron en el CSP.
Y en el 2008 inicia su participación en la Liga Latinoamericana de Paintball, en el cual realizaron una muy buena participación y obteniendo el segundo lugar. Fueron campeones Nacionales en los años 2011, 2012 y 2013.
En la World Cup 2013 PeruPaintball Team ocupó el lugar 40, siendo el primer equipo peruano que ha pasado a la siguiente ronda.

PeruPaintballTeam: Gran atractivo turístico:

“Nosotros tenemos un acuerdo con el dueño de un hosting de Miraflores que siempre nos trae un grupo de ciudadanos israelíes. Ellos siempre vienen aquí a divertirse con sus familias y a jugar partidas”, nos dice Antonio, confirmando que desde Tierra Santa, vienen a nuestra ciudad a sentir la adrenalina de este juego, en donde “la liberación del estrés y el trabajo en equipo es lo más importante. Aquí te desestresas un montón. Les invitaría a que participen todo aquel que quiera sentir la adrenalina. El Paintball es un deporte de comunicación y estrategia. Están todos invitados, ya sea para un cumpleaños, o cualquier otra fecha importante “continúa Antonio.


.Apto para hombres y mujeres, desde los 8 años, el Paintball va a ir escalando a través del tiempo, esperemos hasta que llegue a tener el nivel de popularidad del fútbol en nuestro país. Equipos tenemos, jugadores tenemos, respeto internacional tenemos. Con un poco más de organización pronto podremos ver a la blanquirroja, pero de las balas de goma.